Aprendiendo a cocinar...

Sobre el ESPACIO…

Así como me causo un gran shock la actitud de las personas, del espacio no querrán ni saber.
Mi primera experiencia o más bien novatada fue ir al supermercado. Para empezar, los supermercados del centro no tienen más espacio que una tienda de conveniencia en América. Lo que es digno de hacer notar es que cuentan con todo lo necesario, surtido digno y con marcas para escoger. De que son apañados, o apañaos como dicen por aquí, los madrileños hacen bien las cosas…
Después de encontrar todo lo que al parecer necesitaba me dirigí a mi casa y al llegar que sorpresa, eso de compartir piso no lo había experimentado. Que sorpresa cuando traté de meter todo a la nevera (o refrigerador) y por supuesto no me cabía!!! Había olvidado, que en mi piso éramos seis y la nevera era compartida, al igual que las gavetas… Esa semana consumí lo de tres días en uno, y tiré la mitad de la compra y eso que la diferencia entre el peso y el euro era ya muy grande en esos momentos, ahora ni les cuento…
Lo que sí aprendí es que no es lo mismo comprar para una casa de 4 que para una sola persona y que en realidad se puede vivir con mucho menos de lo que decimos “necesitar”

De la Paciencia y sus derivados

Cada día me enamoro más de esta ciudad. Al principio, todo me parecía horroroso, la gente muy brusca, nadie te ayudaba en nada, todo muy lento… Pero son todas estas cosas las que forman parte de esta ciudad. En realidad, yo venía de una vida con mucho estrés y aquí aprendí que las cosas llevan su tiempo, que la paciencia es importante y que la comprensión algo más… Al final, todo acaba saliendo como debe de salir y en el momento oportuno, esperar tiene sus grandes recompensas.

Entre la paciencia y el buscar todo lo positivo de las cosas y las personas, he aprendido que al agradecerle a la vida y sacarle todo lo bueno (y que quede claro, que siempre es mucho más de lo que nos fijamos) las cosas siempre salen a nuestro favor. Todo está en pensar positivo y la vida se encarga de lo demás…

A sí que a sonreírle a la vida y tener paciencia, que las cosas llegarán cómo y cuándo tengan que llegar…

Impresiones de Madrid

Y llegué para quedarme... Quién me diría hace dos años que me enamoraría de esta maravillosa ciudad. Viniendo de una sociedad muy tradicional, un entorno entre latinoamericana y una gran influencia norteamericana, España no entraba dentro de mis destinos preferidos. Aunque siempre tuve la idea de pasarme una gran temporada fuera de mi país (mínimo siete años) o cambiarme de ciudad, Madrid no era mi prioridad. Como siempre lo he pensado, cuando algo está en tu camino te llega cuando debe y como debe. Por cosas de la vida, y habiendo iniciado como un sueño de irme a estudiar un postgrado a EE.UU. acabé en Madrid y la ciudad me cautivó. Venía solo por 9 meses, llevo dos años y continuo enganchada a la ciudad. Las preguntas típicas son ¿será para siempre? ¿hasta cuando? ¿cuál es tu próximo destino? A todas estas incógnitas no tengo respuesta pero como una muy querida amiga colombiana me ha enseñado en este último año, las cosas hay que vivirlas día a día y así es como mejor disfrutamos de la vida.