Cada día me enamoro más de esta ciudad. Al principio, todo me parecía horroroso, la gente muy brusca, nadie te ayudaba en nada, todo muy lento… Pero son todas estas cosas las que forman parte de esta ciudad. En realidad, yo venía de una vida con mucho estrés y aquí aprendí que las cosas llevan su tiempo, que la paciencia es importante y que la comprensión algo más… Al final, todo acaba saliendo como debe de salir y en el momento oportuno, esperar tiene sus grandes recompensas.
Entre la paciencia y el buscar todo lo positivo de las cosas y las personas, he aprendido que al agradecerle a la vida y sacarle todo lo bueno (y que quede claro, que siempre es mucho más de lo que nos fijamos) las cosas siempre salen a nuestro favor. Todo está en pensar positivo y la vida se encarga de lo demás…
A sí que a sonreírle a la vida y tener paciencia, que las cosas llegarán cómo y cuándo tengan que llegar…
Creo que cada experiencia que nos enfrenta a nuevos retos y nuevas experiencias nos hacen crecer y aprender cosas nuevas.
ResponderEliminar